Se conoce como deporte adaptado, a toda actividad físico deportiva que haya sido modificada para brindar la posibilidad de participación de las personas con discapacidad física, mental, o sensorial.
Debemos entender que las personas con discapacidad pueden practicar deportes y recibir este servicio como un bien social más, de esta manera se propicia la inserción social siendo este el primer paso hacia la integración.
El deporte adaptado es una de las formas de expresión de la igualdad a la que tenemos derecho todos los seres humanos. Las mujeres y los hombres se expresan, se comunican y se superan a través de la práctica deportiva llegando hasta los niveles excelentes que se requieren para participar en unos Juegos Paralímpicos.
Desde la entrada en vigor de la LOGSE y posteriormente con la LOCE, se ha venido incorporando en las aulas nuevas/os alumnas/os, antes llamados de educación especial, posteriormente denominados “de integración” y hoy en día “de inclusión”. Dentro de este grupo podemos encontrarnos a las/os alumnas/os con una disfunción psíquica. ¿Qué quiere decir disfunción psíquica? ¿Qué características presenta este alumnado? Son preguntas que nos hemos hecho. A estos interrogantes, se añade que tengamos que tener en cuenta esta heterogeneidad del grupo a la hora de programar las clases. A lo largo de este artículo se pretende abordar diferentes características y guías metodológicas que nos pueden ayudar en esta tarea para incluirlos en un deporte como es el baloncesto.
La escuela, como parte integrante del sistema educativo tiene que cumplir una doble función: la socializadora, entendida como la adquisición de una serie de valores y principios que preparan para la vida en sociedad, y la instructiva, interpretada como la transmisión de los instrumentos precisos para la adquisición de los conocimientos considerados básicos para la formación y el desarrollo intelectual de las personas. Pero, ahora bien, estas funciones van unidas al principio de igualdad para impulsar y permitir la promoción y la integración social de todas las personas por igual. Dicho principio sólo tiene cabida en una escuela que atienda a la totalidad del alumnado, independientemente de sus capacidades o discapacidades, situación económica, etc.
Hablar de "escuela para todos" nos lleva necesariamente al concepto de educación inclusiva. El termino inclusión está siendo adoptado en el contexto internacional (Estados Unidos, Canadá, Reino Unido) con la intención de dar un paso adelante con respecto a lo que ha supuesto el planteamiento integrador.
La educación inclusiva significa que el alumnado con discapacidad o sin ella aprendan juntos en todos los niveles educativos. Significa que sean capaces de desarrollar sus capacidades en el trabajo y en la vida diaria en las mismas instituciones que los demás. La educación inclusiva es una cuestión de derechos humanos. El alumnado con disfunción tienen el mismo derecho a ser miembros de los mismos grupos como cualquiera. Una educación segregada restringe ese derecho y limita las posibilidades para la autorrealización. Las personas con disfunciones no necesitan estar separadas o protegidas, inclusión es educar a todo el alumnado con disfunción o dificultades en las aulas ordinarias sin discriminación por la naturaleza de su condición o condiciones de discapacidad. Esta filosofía educativa contribuye a una mayor igualdad de oportunidades para todos los miembros de la sociedad. Igualdad reflejada no sólo de acceso al sistema educativo, sino de supervivencia en él, donde todas/os las/os alumnas/os estén expuestas/os a las mismas experiencias, y por consiguiente donde todas/os se beneficien de los mismos materiales, recursos y medios (Fernández Batanero, 2002).
Una escuela con estas características implica necesariamente, entre otras, que esté más abierta a la comunidad; que exista una mayor implicación de los padres y la cooperación con las diferentes instituciones; que responda a las necesidades desde el curriculum; que incluya nuevos servicios, tanto para el alumnado como para el profesorado; y que posea una organización de la enseñanza diferente.
El término alternativo de inclusión se propone como una forma más precisa de describir la calidad de la educación ofrecida al alumnado con necesidades educativas especiales en un marco integrado. Como propone la filosofía de la inclusión, para que el alumnado con necesidades educativas especiales sea integrado plenamente en la escuela ordinaria, deben ser miembros de derecho en el centro, acogidas/os en la comunidad escolar, valoradas/os y partícipes plenamente de la vida del centro