Con una inversión de 4´590.355 dólares
EN DICIEMBRE FINALIZA EL ASFALTADO Y ADOQUINADO DE LA VÍA LA ESPERANZA
– ZULETA – LÍMITE PROVINCIAL
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La Prefectura de Imbabura ejecuta este trabajo en beneficio directo
de 11.000 habitantes de las parroquias La Esperanza y Angochagua. Para
complementar el beneficio, el organismo similar de Pichincha mejora el tramo de
ingreso a esta provincia.
IBARRA.- Culminar las
obras emprendidas, de acuerdo a los cronogramas establecidos, a fin de que las
comunidades puedan aprovechar sus beneficios, es el propósito de la
administración de la Prefectura de Imbabura.
Su titular,
Pablo Jurado, asevera que cada una de las inversiones, promovidas por el
organismo, van orientadas a promover el
desarrollo y a mejorar la calidad de vida en los sectores que antes permanecían
en el olvido.
PROYECTO
A PUNTO DE CULMINAR
En este orden,
la autoridad recorrió los 15.8 kilómetros de la vía Chugchupungo – La Esperanza
– Zuleta – Límite Provincial, en donde se lleva a cabo el adoquinado y
asfaltado, a través de una inversión de
4 millones 590 mil 355 dólares.
Tas esta acción
comprobó que los trabajos se encuentran en la recta final, por lo cual se prevé
que hasta el próximo mes de diciembre concluya todo el proyecto que enlaza a Imbabura y
Pichincha, por la parte sur.
“Hemos
solicitado, una vez más, a la compañía constructora DPM Ingenieros Asociados
que utilice todo su potencial a fin de que el mejoramiento de este eje se
concrete de acuerdo a lo planificado. Han existido diversos motivos que han
influido en la demora, principalmente de carácter técnico,
sin embargo tenemos confianza que los resultados serán positivos para los
intereses de la provincia”, acentúo el Prefecto Jurado.
INCREMENTO
TURÍSTICO
Mientras se da
continuidad, el Gobierno Autónomo Descentralizado Provincial adelanta reuniones
con las organizaciones comunitarias de la zona con el propósito de diseñar
planes dirigidos a aprovechar las ventajas de contar con una vía turística de
primer orden, pues se estima que cuando la obra esté lista el flujo turístico
tendrá un marcado crecimiento.
Las
artesanías, bordados a mano, los paisajes naturales, la gastronomía andina,
entre otros elementos, constituyen las principales fortalezas que atraen a los
visitantes nacionales y extranjeros.
