La obesidad y el sedentarismo infantil
son temas cada vez más preocupantes en nuestra sociedad. Algunos niños
de hoy sufren patologías quehasta ahora eran exclusivas de los adultos.
¿Colesterol elevado o hipertensión en un niño?
Ahora sí. Y dos de las
causas de esta situación son la mala calidad de la nutrición y la falta
de actividad motriz.
¡Anima a tu hijo a practicar deporte! te
explicamos cómo elegir una actividad que le guste y que sea adecuada.
Lo primero, los gustos del niño
El ejercicio es recomendable para todos
los niños, sufran o no de sobrepeso. Si eres padre y tienes claro esto,
el siguiente paso es elegir el ejercicio más apropiado para tu hijo.
¿Qué actividad es la más sana? No sufras, hay muchos deportes entre los
que escoger.
En primer lugar, ten en cuenta la
opinión de tu hijo. Con un poco de suerte, él te lo pondrá fácil y
decidirá por sí mismo qué ejercicio practicar. Es lo más deseable,
porque el éxito de la actividad depende mucho de que el niño la
practique a gusto.
Pero, ¿qué pasa si no se decide por ningún deporte?
No te desanimes, tú conoces a tu hijo mejor que nadie. Obsérvale y
fíjate en estos detalles, de entrada te ayudarán a elegir un deporte
colectivo o individual para el niño:
¿A
tu hijo le gusta jugar solo o acompañado? Si la respuesta es solo,
elige deportes como el atletismo, la gimnasia rítmica, la natación o el
patinaje.
Si juega acompañado, ¿prefiere hacerlo
en grupos grandes o sólo con uno o dos amigos? Hay muchos deportes de
grupo: fútbol, baloncesto o hockey son una muestra. ¿Y sólo para dos?
Valdrían el tenis, la esgrima o las artes marciales, por ejemplo.
Si después de preguntarle a tu hijo por
sus preferencias y de fijarte en sus gustos a la hora de relacionarse
todavía no tienes clara la actividad, no tires la toalla. Cundo lleves a
tu hijo a las instalaciones deportivas en que deba entrenarse, allí
encontraréis un montón de opciones entre las que elegir. Y recuerda,
siempre puedes pedir consejo. Los especialistas del centro seguro que os
ayudan a tomar una decisión.
Haz que trabaje todo el cuerpo
Una
vez elegido el deporte, ten en cuenta que las actividades deportivas en
edades tempranas deben respetar siempre el derecho del niño a
descubrir, practicar y experimentar todo lo posible a nivel motriz. Es
importante, pues la motricidad sustenta también un desarrollo
intelectual adecuado. ¿Qué significa esto?
Intenta que tu hijo trabaje su cuerpo
de forma completa: tanto la parte anterior como la posterior de su
cuerpo, la superior y la inferior, su lado hábil e inhábil (por ejemplo,
sus brazos derecho e izquierdo). De esta forma estimulará su sistema
nervioso y responderá mejor a los estímulos externos, podrá tomar
decisiones rápidas a nivel motriz y hacer movimientos ahorrando
esfuerzo.
¡No le encasilles!
Enriquece la experiencia de tu hijo y
conviértela en más saludable haciendo que practique varios deportes.
Esto no significa que sume horas y horas de actividad extraescolar. Sólo
haz que rote por las distintas ofertas del centro.
Es decir, si tu hijo es todavía
pequeño, te recomendamos que retrases el momento de atarlo a un solo
deporte. Así mejorarás su experiencia motriz, estimularás su
coordinación general y ejercitarás tanto su agilidad mental como la
motora.
También estarás estimulando
adecuadamente su crecimiento, así como su desarrollo biológico e
intelectual. Ábrele puertas hacia cualquier tipo de deporte: colectivos,
individuales, cíclicos (repetición de gestos motores como el ciclismo o
la natación de estilos) o acíclicos (tenis, fútbol, voleibol, etc).
Además, así él se irá haciendo una idea de lo que le gusta y podrá
escoger con qué actividad quedarse cuando sea un poco más mayor.
Fomenta la variedad
Puedes
encontrarte con el caso de que tu hijo se decida de entrada por un
único deporte y no tenga ocasión de practicar otras actividades. En ese
caso, tienes que seguir fomentando que trabaje su cuerpo de forma
global. Por ejemplo, el fútbol es muy popular y quizá el niño sólo se
dedica a este deporte. En ese caso, conviene que de entrada no se le de
un lugar específico para jugar sino que pase por todas las posiciones en
el campo, incluyendo la de guardameta. Además, debe ejercitar tanto su
parte hábil como la inhábil ¿practica disparos con los dos pies?
En resumen, lo más importante es que
estimules a tu niño para que logre disfrutar del deporte. Para
conseguirlo, debes ayudarle a encontrar una actividad en la que se
sienta cómodo. Recuerda: sus gustos son importantes a la hora de elegir
un tipo de ejercicio. Cuanto más a gusto practique una actividad más
fácil será que su afición por el deporte se mantenga en el tiempo
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