En Pablo Arenas
· Se
realizaron trabajos de entubado y revestimiento del canal y reservorio.
Paralelamente se mejoró el camino que conduce a los terrenos
productivos en el área de cobertura de la Acequia La Alegría.
IBARRA.- Los agricultores de la parroquia Pablo Arenas, cantón Urcuquí, recibieron
con satisfacción la obra de riego, construida por la Prefectura de
Imbabura, a través de una inversión de 189.197 dólares. Este sábado, 19
de noviembre, en medio de un ambiente de fiesta, el titular del
organismo provincial, Pablo Jurado, inauguró la rehabilitación de la
Acequia La Alegría que abastece de líquido vital a 474 hectáreas
productivas.
“Es
una acción justa, en retribución del esfuerzo que hacen los
trabajadores de la tierra para entregar alimentos de calidad a los
mercados. El agua, es el elemento básico para que se pueda obtener
cosechas abundantes, produciendo beneficios económicos para quienes
siembran”, dijo la autoridad imbabureña.
Afirmó
que pese a existir recortes en el presupuesto institucional, por parte
del Estado, en Imbabura se multiplican esfuerzos para ejecutar proyectos
considerados prioritarios para dinamizar la economía y mejorar la
calidad de vida de los habitantes de los sectores rurales. “Este tipo de
inversión, puede no ser considerada cuantiosa, pero hay un gran
beneficio tras de ello: la garantía de que la tierra haga producir
alimentos y que se genere además precios competitivos”.
INFRAESTRUTURA ADECUADA
Ramiro
Almeida, presidente de la Junta de Agua La Alegría, mencionó que han
transcurrido 60 años hasta que por fin se hizo realidad el revestimiento
del canal de riego. Agradeció a la Prefectura al considerar que la
intervención realizada permitirá continuar adelante con la actividad
agrícola, contando con una infraestructura de gran nivel para conducir
el agua de riego.
La
rehabilitación de la acequia comprendió el entubado de 650 metros del
ramal Tumberos. Se construyó 2 transiciones, una de entrada y otra de
salida del tramo entubado con hormigón simple. Se instaló una caja de
revisión con mampostería de ladrillo. Finalmente se revisitó el
reservorio que sirve de alimentación para la acequia. Su capacidad de
embalse es de 2300 metros cúbicos.
Concluida
esta labor se hizo realidad el sueño que tenían los campesinos de ver
que sus sembríos florezcan y den fruto en términos de calidad y buen
rendimiento. Pablo Arenas pasó a potenciar la producción de maíz,
fréjol, hortalizas y frutales que luego de la cosecha son trasladados a
los mercados de Ibarra, Otavalo y Quito en donde se lleva a cabo la
comercialización.
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