Un
taller de capacitación sobre los pencos y cabuyas realizó el Ministerio
de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca (MAGAP), en coordinación
con la Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e
Innovación (Senescyt), en las instalaciones de YachayTech.
Al taller
–efectuado en las instalaciones de YachayTech- asistieron técnicos del
MAGAP y la Senescyt, además de representantes de los gobiernos autónomos
descentralizados parroquiales de la provincia de Imbabura.
En el taller se presentaron los beneficios ecológico y económico del penco y la cabuya, lo que se convierte en una alternativa para los pequeños y medianos productores.
Uno de los expositores fue
Luis Antonio Parra, investigador de la Universidad de Guanajuato de
México, quien indicó que es un buen momento para la revalorización de
estas plantas en el corredor interandino, pues “son buenas opciones
productivas debido al cambio climático, degradación de suelos, elevación
de temperaturas” de los últimos tiempos a escala mundial.
Indicó que
países como Honduras, Guatemala, Venezuela y Colombia están interesados
en la elaboración de productos en base a fibra de penco o cabuya, debido
a que existe demanda, en el mercado de cacao y café orgánico, de
costales “naturales” para su empaquetado.
“Los
mercados ya dejan atrás los plásticos; es un definitivo no a los sacos
de polietileno”, explicó Parra. Colombia, por ejemplo, tiene una
petición de 22 millones de sacos de cabuya al año, pero el país solo
cumple con el 10% de producción, un 15% lo obtienen de Brasil y 75% de
la India.
En el ámbito
de salud, también, son de gran importancia debido a sus beneficios para
la elaboración de productos como esteroides o cortisona para
inflamaciones y la ecogenina para control de la natalidad, como
anticonceptivo.
Además, son
plantas que desde épocas ancestrales sirven como edulcorantes naturales u
orgánicos; limpian el aparato tracto digestivo por los nutrientes que
contiene, además de que de estas plantas se extrae el chaguarmishqui,
una bebida conocida en las comunidades indígenas.
Después de
esta conferencia, Hernán Sandoval, presidente del Gobierno Autónomo
Descentralizado Parroquial de Angochagua, del cantón Ibarra, manifestó
que en las parroquias se socializará lo aprendido, pues, en las
comunidades ven al penco como una planta que brinda solo seguridad por
ser utilizada como una cerca viva.
“Con esta
capacitación queremos socializar a las demás personas de las
comunidades, pues en este momento se está cambiando la cerca viva,
tendríamos el penco para ser utilizado como cerca viva y para consumo de
las personas”, dijo el representante de Angochagua.
También se
solicitó realizar un inventario de los pencos y cabuyas porque,
aproximadamente, hay un 90% de penco y cabuya en las comunidades de la
provincia, y se pretende conocer cuáles servirán para consumo y cuáles
para continuar con su ayuda en la seguridad.
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