80 pobladores participan en esta jornada solidaria
LA LIMPIEZA DE LA CARRETERA OTAVALO – SELVA ALEGRE SE
RELIZA CON UNA MINGA
·
La Prefectura y la Empresa Unión Andina de Cementos, UNACEM, ubicada
en el sector, brindan apoyo para el desarrollo de esta acción. Los pobladores
reciben en retribución obras de mejoramiento vial, de infraestructura educativa
y social.
IBARRA.- En Imbabura, la
minga es una antigua costumbre de trabajo comunitario, con altos principios de
solidaridad. Pese al transcurso de los
años, esta tradición continúa viva. La importancia radica en los valores, actitudes,
organización y la voluntad que ponen en práctica hombres y mujeres de los
sectores rurales para cumplir con los objetivos de beneficio común.
En la
comunidad Corazón de Perugachi, ubicada en la parroquia Quichinche, cantón
Otavalo, esta práctica volvió a estar presente. Desde muy temprano, este domingo,
29 de marzo, pese a la lluvia incesante, 80 moradores de la zona, con palas,
picos, rastrillos y machetes salieron a la carretera Otavalo – Selva Alegre
para realizar tareas de limpieza de cunetas, alcantarillas y desalojo de
vegetación.
Bajo el liderazgo
de Fausto Panamá, presidente de la comunidad, los mingueros se encargaron de la
limpieza del tramo comprendido entre el kilómetro 0, que arranca en la bomba de
gasolina, hasta llegar al 12, en el sector Capilla de Tangalí. Esto con el
finalidad de garantizar el buen estado del camino y por consiguiente el tráfico
fluido de vehículos, sin que existan obstáculos en el paso.
“Nos hemos
unido a esta labor, en primer término, por que se trata de una acción que nos
beneficia a todos quienes habitamos en este lugar. Tener una carretera limpia,
en buenas condiciones, es sinónimos de desarrollo. Pero por otra parte, es una
respuesta positiva al llamado de la
Prefectura de Imbabura, para que las comunidades se integren activamente al
cuidado de las vías”, enfatizó el dirigente, quien afirmó además que este
trabajo lo hicieron durante un mes, cada fin de semana.
En efecto, en
la actualidad, el organismo provincial, dirigido por el prefecto Pablo Jurado,
puso en práctica un plan dirigido al cuidado de los caminos que conectan a los
sectores más apartados de la provincia, a través de las mingas comunitarias. Este mecanismo
logra un ahorro de los recursos públicos y, sobre todo, hace efectivo los
procesos de participación ciudadana en la construcción, cuidado y mantenimiento
de las obras.
Para la minga
desarrollada en el Corazón de Perugachi, la prefectura destinó un volquete y
una gallineta. El equipo caminero ayudó en la limpieza y desalojo de la tierra, lodo y piedras. Al final, quedó
la satisfacción de haber unido esfuerzos para tener como resultado una
carretera en óptimas condiciones, por donde se traslada diariamente la
producción agrícola que sale de las parcelas de los alrededores: fréjol, maíz,
habas, papas…
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