Entre
las batallas de Simón Bolívar, encontramos la del 17 de julio de 1823,
que se le conoce en la Historia como la BATALLA DE IBARRA. En sus
luchas, Bolívar se alentó e impulsó con un solo ideal: LA UNIDAD
AMERICANA. Fue un hombre afortunado en las guerras ya que poseía un
talento asombroso, de voluntad extraordinaria y de genio fascinante.
Ya
lo dijo Enrique Rodó: "Sus campañas son embestidas, como gigantescas
oleadas, que alteran el ritmo desigual con tumbos y rechazos no menos
violentos y espantables, entonces la victoria persiste y crece, y se
propaga como las aguas de la inundación y del Nudo de los Andes , cada
batalla es un jalón de victoria". Y esto es evidente en la Batalla de
Ibarra, cuando Bolívar encontrándose en el Litoral, sabedor de las
pretensiones del coronel Agustín Agualongo, desde allí acudió presuroso,
de inmediato organizó las fuerzas de choque contra los invasores, con
voluntarios de Quito e Imbabura, llenando de emoción y gratitud el
corazón del Libertador que enardecido expresó para arengarles:"
Quiteños, he visto vuestra magnánima consagración a la causa de Colombia
y vuestro patriotismo ha pasmado mi corazón al contemplar tanto
desprendimiento de vuestra parte." Yo os ofrezco por mis compañeros de
armas esta próxima victoria”.
Bolívar había querido tomar unos días de
descanso en la hacienda El Garza!, en la zona de la provincia de Los
Ríos. Y allá le llegó la noticia esperada. Pasto, (a indomable se había
vuelto a sublevar y amenazaba llegar hasta Quito el caudillo popular
coronel Agustín Agualongo. Esa sublevación se había realizado el 12 de
julio de 1823. Luego recibió noticias más alarmantes; Agualongo había
derrotado al coronel Juan José Flores en un sangriento combate. Entonces
Bolívar capta toda la gravedad de la situación y se pone en marcha para
aplastar la sublevación y levantamiento de los pastusos, hombres
tenaces, luchadores y capaces de sacrificar todo su ideal realista., Por
eso, Bolívar se entrega a fondo en la campaña y pone todos los recursos
a su alcance para preparar el triunfo definitivo. “Yo pienso defender
al país hasta con las uñas decía Bolívar". Estoy como el sol brotando
rayos por todas partes. Y en fuerte campaña que dura siete días, Bolívar
realiza sus planes para detener y aniquilar a las tropas de Agualongo
que habían dominado la ciudad de Ibarra. Concentrado el ejército
libertador en Otavalo, realizó su conocida maniobra por el paso de El
Abra. Y el 17 de julio de 1823, en sangrienta lucha efectuada en las
calles de Ibarra y en los llanos de la hacienda La Victoria, al otro
lado del río Tahuando y sus riberas, fueron aniquiladas las huestes de
Agualongo."
Cabe anotar que los pastusos al invadir Ibarra, habían cometido atracos, pillaje y orgía, motivo que ayudó a producir una derrota espectacular. De 1.500 hombres del ejército patriota, menor en número murieron 13 hombres, y 8 resultaron heridos.
Brillaron por su heroísmo en esta batalla el general Salom, acompañado de Barreta; el coronel Ibarra sirvió de edecán de Bolívar; y, otros oficiales como Medina, Álvarez, Maza, O'Leary, Santana, Martínez, Paredes, Herrera, Sandoval, Díaz, Camacaro, Sonoja y Jijón, castigaron fuertemente a los invasores por sus fechorías cometidas en Ibarra.
Después de esta Batalla de Ibarra, Bolívar regresa a Quito, en donde le espera una distinguida delegación presidida por José Joaquín Olmedo, para invitarte a nuevas campañas, que el Libertador acepta.
Y así quedó para la inmortalidad de la historia ecuatoriana, y le cupo a Imbabura, a Ibarra en esta ocasión que tuvo la dicha de que el gran genio de Bolívar, símbolo de la Libertad de América, haya dirigido personalmente esta batalla, la única acción de armas en suelo ecuatoriano, que merece ser recordada con unción patriótica; y, dar la verdadera importancia de parte del Gobierno Nacional; instituciones culturales, educativas, militares y ciudadanía en general. Esta fecha memorial y muy trascendental, es un privilegio, merece la deferencia especial de Bolívar para Ibarra e Imbabura y el Ecuador.
Los actos conmemorativos de tal acontecimiento deben ser de alta calidad cultural, científica, cívica, patriótica, social, artística, etc. Esperamos que en el futuro se reconozca tan alta categoría, de haber tenido el privilegio para la ciudad de Ibarra el Libertador Simón Bolívar, dirigiendo una batalla tan importante que consolidó la Independencia de América.
CONCLUSIÓN
Conscientes que la Batalla de Ibarra, del 17 de julio de 1823, es una lección permanente de historia, honor y patriotismo, que nos legó el Libertador Simón Bolívar, la Sociedad Bolivariana del Ecuador, y en particular la de Ibarra; solicita muy comedidamente que aunando fuerza todos los ecuatorianos, junto con instituciones culturales, sus Fuerzas Armadas y Policía, consigamos que el Gobierno Nacional, Congreso Nacional, Ministerio de Educación y Cultura, Ministerio de Defensa Nacional y otros Organismos Estatales, den la verdadera importancia que se merece esta gesta libertaria; planificada y dirigida por Simón Bolívar, en persona, la cual ha sido minimizada, ha permanecido marginada, sino registremos los textos de historia de Ecuador o de Colombia, ni se menta, peor se la trata con la debida amplitud, respeto y gratitud. Ya lo dijo el gran filósofo Séneca: " Ingrato es quien niega el beneficio recibido; ingrato quien lo disimula; más ingrato quien no lo devuelve; y más ingrato que todos quien se olvida de él".
DECRETO DE URGENCIA
Cabe anotar que los pastusos al invadir Ibarra, habían cometido atracos, pillaje y orgía, motivo que ayudó a producir una derrota espectacular. De 1.500 hombres del ejército patriota, menor en número murieron 13 hombres, y 8 resultaron heridos.
Brillaron por su heroísmo en esta batalla el general Salom, acompañado de Barreta; el coronel Ibarra sirvió de edecán de Bolívar; y, otros oficiales como Medina, Álvarez, Maza, O'Leary, Santana, Martínez, Paredes, Herrera, Sandoval, Díaz, Camacaro, Sonoja y Jijón, castigaron fuertemente a los invasores por sus fechorías cometidas en Ibarra.
Después de esta Batalla de Ibarra, Bolívar regresa a Quito, en donde le espera una distinguida delegación presidida por José Joaquín Olmedo, para invitarte a nuevas campañas, que el Libertador acepta.
Y así quedó para la inmortalidad de la historia ecuatoriana, y le cupo a Imbabura, a Ibarra en esta ocasión que tuvo la dicha de que el gran genio de Bolívar, símbolo de la Libertad de América, haya dirigido personalmente esta batalla, la única acción de armas en suelo ecuatoriano, que merece ser recordada con unción patriótica; y, dar la verdadera importancia de parte del Gobierno Nacional; instituciones culturales, educativas, militares y ciudadanía en general. Esta fecha memorial y muy trascendental, es un privilegio, merece la deferencia especial de Bolívar para Ibarra e Imbabura y el Ecuador.
Los actos conmemorativos de tal acontecimiento deben ser de alta calidad cultural, científica, cívica, patriótica, social, artística, etc. Esperamos que en el futuro se reconozca tan alta categoría, de haber tenido el privilegio para la ciudad de Ibarra el Libertador Simón Bolívar, dirigiendo una batalla tan importante que consolidó la Independencia de América.
CONCLUSIÓN
Conscientes que la Batalla de Ibarra, del 17 de julio de 1823, es una lección permanente de historia, honor y patriotismo, que nos legó el Libertador Simón Bolívar, la Sociedad Bolivariana del Ecuador, y en particular la de Ibarra; solicita muy comedidamente que aunando fuerza todos los ecuatorianos, junto con instituciones culturales, sus Fuerzas Armadas y Policía, consigamos que el Gobierno Nacional, Congreso Nacional, Ministerio de Educación y Cultura, Ministerio de Defensa Nacional y otros Organismos Estatales, den la verdadera importancia que se merece esta gesta libertaria; planificada y dirigida por Simón Bolívar, en persona, la cual ha sido minimizada, ha permanecido marginada, sino registremos los textos de historia de Ecuador o de Colombia, ni se menta, peor se la trata con la debida amplitud, respeto y gratitud. Ya lo dijo el gran filósofo Séneca: " Ingrato es quien niega el beneficio recibido; ingrato quien lo disimula; más ingrato quien no lo devuelve; y más ingrato que todos quien se olvida de él".
DECRETO DE URGENCIA
- El 17 de Julio de 1823: "DÍA CÍVICO NACIONAL"
- Se incluya en el Calendario de Conmemoraciones Cívicas del Ecuador
- Que la Batalla de Ibarra del 17 de Julio de 1823, sea considerada como tema de enseñanza, igual que la Batalla del Pichincha del 24 de Mayo de 1822, o el 10 de Agosto de 1809 que recuerda el Primer Grito de la Independencia de América.
DATO IMPORTANTE
Una gran mayoría de ecuatorianos y extranjeros, desconocen la fecha y realización de la Batalla de Ibarra del 17 de julio de 1823. La Batalla de Ibarra significó una lección objetiva y de formidable dinamia bélica, a fin de legarnos paz y libertad a los pueblos de América, encendiendo la llama de la democracia. Que la Piedra Chapetona, sea declarada "RELIQUIA MONUMENTAL HISTÓRICA DEL ECUADOR"
De: Humberto Oña Villarreal
Sala de Autores Nacionales
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