Otavalo. La
Dirección Provincial del Ambiente de Imbabura (DPAI) a través de la Unidad de
Patrimonio Natural y la responsabilidad de Biodiversidad, liberó este jueves a
nueve aves tras un estudio que determinó que las aves se encontraban en
condiciones pertinentes para volver a su hábitat natural.
Estas aves, todas de tipo
rapaz, fueron rescatadas por algunos ciudadanos en distintos puntos de los
cantones Ibarra y Otavalo, para luego ser entregadas voluntariamente al
Ministerio del Ambiente en Imbabura y a la Unidad de Policía del Medio
Ambiente, quienes son los encargados de la protección de la fauna y flora en el
territorio.
Las tres lechuzas de
campanario, dos águilas pechinegras y cuatro cernícalos americanos o más
conocidos como quilicos fueron llevadas al Parque Cóndor, que es un centro de refugio
de aves, donde pasaron aproximadamente tres meses para su evaluación médica
veterinaria.
Las aves se liberaron bajo un
protocolo de protocolo de liberación, es decir se las monitoreó durante los 90
días para determinar si podrían sobrevivir en su ambiente natural. También se
les colocó un chip, que servirá para el estudio de su comportamiento en la
reintegración a la vida silvestre.
La liberación se la efectuó en
los alrededores de la laguna Mojanda bajo la supervisión del responsable de
Vida Silvestre, la Unidad de Policía del Medio Ambiente y el Parque Cóndor.
El MAE recuerda que el tráfico
de fauna o flora tiene un impacto extremadamente grave al Ambiente, pues cada
ser vivo cumple una función determinada en la naturaleza, además de que está
tipificado como un delito y puede llegar a la privación del individuo de la
libertad de uno a tres años.
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