miércoles, 25 de marzo de 2020

La policía de jabón


Vigilar debajo de su piel
Fuente: 
https://www.newyorker.com/


Pedirle a la gente que elija entre privacidad y salud es, de hecho, la raíz del problema. Porque esta es una elección falsa. Podemos y debemos disfrutar tanto de la privacidad como de la salud. Podemos elegir proteger nuestra salud y detener la epidemia de coronavirus no instituyendo regímenes de vigilancia totalitaria, sino empoderando a los ciudadanos. En las últimas semanas, Corea del Sur, Taiwán y Singapur organizaron algunos de los esfuerzos más exitosos para contener la epidemia de coronavirus. Si bien estos países han utilizado algunas aplicaciones de seguimiento, se han basado mucho más en pruebas exhaustivas, en informes honestos y en la cooperación voluntaria de un público bien informado.
El monitoreo centralizado y los castigos severos no son la única forma de hacer que las personas cumplan con pautas beneficiosas. Cuando a las personas se les informan los hechos científicos, y cuando las personas confían en las autoridades públicas para contarles estos hechos, los ciudadanos pueden hacer lo correcto incluso sin un Gran Hermano que vigile sobre sus hombros. Una población motivada y bien informada suele ser mucho más poderosa y efectiva que una población ignorante y vigilada.
Considere, por ejemplo, lavarse las manos con jabón. Este ha sido uno de los mayores avances en la higiene humana. Esta simple acción salva millones de vidas cada año. Si bien lo damos por sentado, recién en el siglo XIX los científicos descubrieron la importancia de lavarse las manos con jabón. Anteriormente, incluso los médicos y enfermeras procedían de una operación quirúrgica a la siguiente sin lavarse las manos. Hoy, miles de millones de personas se lavan las manos todos los días, no porque tengan miedo de la policía de jabón, sino porque entienden los hechos. Me lavo las manos con jabón porque he oído hablar de virus y bacterias, entiendo que estos pequeños organismos causan enfermedades y sé que el jabón puede eliminarlos.
Pero para lograr ese nivel de cumplimiento y cooperación, necesita confianza. La gente necesita confiar en la ciencia, confiar en las autoridades públicas y confiar en los medios de comunicación. En los últimos años, los políticos irresponsables han socavado deliberadamente la confianza en la ciencia, en las autoridades públicas y en los medios de comunicación. Ahora, estos mismos políticos irresponsables podrían verse tentados a tomar el camino al autoritarismo, argumentando que simplemente no se puede confiar en que el público haga lo correcto.
Normalmente, la confianza que se ha erosionado durante años no se puede reconstruir de la noche a la mañana. Pero estos no son tiempos normales. En un momento de crisis, las mentes también pueden cambiar rápidamente. Puede tener discusiones amargas con sus hermanos durante años, pero cuando ocurre alguna emergencia, de repente descubre un depósito oculto de confianza y amistad, y se apresura a ayudarse mutuamente. En lugar de construir un régimen de vigilancia, no es demasiado tarde para reconstruir la confianza de la gente en la ciencia, las autoridades públicas y los medios de comunicación. Definitivamente deberíamos hacer uso de las nuevas tecnologías también, pero estas tecnologías deberían empoderar a los ciudadanos. Estoy totalmente a favor de controlar la temperatura de mi cuerpo y mi presión arterial, pero esos datos no deberían usarse para crear un gobierno todopoderoso. Más bien, esos datos deberían permitirme tomar decisiones personales más informadas,
Si pudiera rastrear mi propia condición médica las 24 horas del día, aprendería no solo si me he convertido en un peligro para la salud de otras personas, sino también qué hábitos contribuyen a mi salud. Y si pudiera acceder y analizar estadísticas confiables sobre la propagación del coronavirus, podría juzgar si el gobierno me está diciendo la verdad y si está adoptando las políticas adecuadas para combatir la epidemia. Siempre que la gente hable de vigilancia, recuerde que la misma tecnología de vigilancia generalmente puede ser utilizada no solo por los gobiernos para monitorear a las personas, sino también por las personas para monitorear a los gobiernos.
La epidemia de coronavirus es, por lo tanto, una prueba importante de ciudadanía. En los próximos días, cada uno de nosotros debería optar por confiar en los datos científicos y los expertos en atención médica en lugar de teorías de conspiración infundadas y políticos egoístas. Si no tomamos la decisión correcta, podríamos encontrarnos renunciando a nuestras libertades más preciadas, pensando que esta es la única forma de salvaguardar nuestra salud.
Derechos de autor © Yuval Noah Harari 2020. Yuval Noah Harari es autor de ‘Sapiens’, ‘Homo Deus’ y ’21 Lecciones para el siglo XXI ‘



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