La sobrevivencia de las especies depende de varios elementos, algunos se encuentran en el ambiente y otros no. En el caso del ser humano se apalanca en el acceso a los recursos naturales para satisfacer sus necesidades básicas. Sin embargo, nuestros hábitos de consumo no solo se centran en lo necesario y demandan una cantidad de recursos adicionales que superan la capacidad de regeneración del Planeta. Por este motivo el 15 de marzo se conmemora el Día Mundial de Consumo Responsable.
En el Ecuador se reconoce constitucionalmente el derecho que tiene cada usuario o consumidor, para recibir información precisa y no engañosa del contenido y características de cada producto o servicio para ser elegidos con libertad. En este sentido, las instituciones públicas y empresas privadas han formado un frente para concienciar a la población en general, sobre el consumo responsable de bienes y servicios, que permita fomentar una economía solidaria y de comercio justo, respetuosa con el medio ambiente y las personas. De esta manera, el consumo responsable se suma a la producción responsable para crear valor en toda la cadena y permitir la reducción de la generación de residuos, entre otros beneficios ambientales.
Desde el sector privado, la empresa cementera UNACEM Ecuador coadyuva, desde hace más de una década, a una gestión responsable de los residuos propios y de otras industrias mediante distintas iniciativas de producción más limpia y eficiencia energética. La más reciente, la firma de un convenio interinstitucional público-privado con cuatro municipalidades de Imbabura para la implementación
de un sistema de gestión para el aprovechamiento e industrialización de los residuos sólidos urbanos, lo cual permitirá que estos residuos se usen como combustibles alternos, en sustitución de los combustibles fósiles tradicionales en los procesos industriales de la cementera. De esta manera, se busca aportar a la promoción de un ambiente sano y ecológicamente equilibrado que garantice la sostenibilidad y el buen vivir de la población.
Consumo masivo
En la actualidad, existe un acelerado ritmo de consumo de los recursos naturales disponibles en el Planeta, por lo que se ha calculado que, si persiste este modo de vida o peor aún se acelera más, para el año 2050 necesitaremos tres planetas como la Tierra para asegurar el acceso a productos y servicios que demandará la humanidad para su sobrevivencia. Por ello, el Objetivo de Desarrollo Sostenible 12 de las Naciones Unidas busca que la humanidad adopte modelos de consumo y producción responsables, haciendo más y mejores cosas con menos recursos.
Pequeños hábitos con grandes repercusiones
Patricio Díaz, Gerente de Ecología Industrial y Ambiente de UNACEM Ecuador, considera que, para promover estilos de vida sostenibles, capaces de revertir las tendencias actuales basta con sencillas acciones como:
· Proteger las fuentes de agua dulce y promover sistemas para su tratamiento y reciclaje.
· Buscar la eficiencia energética a través del uso de bombillas de bajo consumo y energías renovables.
· Evitar las compras compulsivas; ceñirse al presupuesto familiar y adquirir solo lo necesario.
· Reducir el desperdicio de alimentos.
· Gestionar adecuadamente los desechos que producimos en el hogar, mediante actividades de prevención, reducción, reciclado y reutilización.
· Separar los residuos y desechos que generamos en orgánicos e inorgánicos, desechables y reciclables. Esta separación en la fuente posibilitará una mejor disposición de los mismos.
· Enseñar a las nuevas generaciones los principios de un consumo responsable y de la economía circular.
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