Lo que inició como un viaje por una competencia, terminó siendo una base de preparación por tres meses y medio en Australia. Esta fue la experiencia que vivieron los triatletas ecuatorianos Elizabeth Bravo y Armando Matute, a quienes les tomó por sorpresa la emergencia sanitaria tras participar en la Copa Mundo de Mooloolaba.
“Fue una bendición habernos quedado en cuarentena en Australia”, reconoció Elizabeth Bravo. “Un país que fue de los primeros en tener contacto con el virus, pero supieron manejar bastante bien las medidas de distanciamiento social… Estábamos en el estado Queensland donde casi no había restricciones, no tuvimos que usar mascara, veíamos montones de personas haciendo ejercicios todos los días, nosotros salíamos a hacer bicicleta, a correr con toda normalidad”.
“La experiencia fue increíble, creo que aproveché muchísimo el tiempo y la oportunidad de recuperar el tiempo perdido que siento que el año pasado lo perdí, y como pude entrenar todo el tiempo fue una bendición, para poder ganar un poco más de nivel y que para cuando vuelvan las competencias estar preparado”, afirmó Matute.
NO PUDIERON RETORNAR
‘Eli’ y Armando compitieron el 14 de marzo, pero debido a las escalas para su viaje de retorno, se les hacía imposible arribar a ecuador antes del cierre de los aeropuertos el 17 de marzo. Por ello decidieron permanecer en Australia hasta la reapertura de las fronteras.
La espera fue larga, la incertidumbre los invadía, pero decidieron aprovechar el lado positivo de la experiencia, destacó el entrenador nacional Francisco Tirado: “Armando y Elizabeth nunca pararon su entrenamiento, siempre pudieron seguir sin ningún problema, lo único que tal vez durante un mes y medio tuvieron que dejar fue la piscina, sin embargo, tenían un río que llegaba al mar y un circuito de 500 metros que era perfecto para nadar, entonces mientras aquí la gente no podía salir ellos podían seguir entrenando con normalidad”.
COMPARTIERON CON KLAUS JUNGBLUTH
Francisco además es esposo de Elizabeth y viajaron en familia junto a su pequeño hijo. El equipo contó con el apoyo del esquiador ecuatoriano Klaus Jungbluth, quien vive en Australia.
“Klaus fue una bendición”, dijo Elizabeth, quien ya había compartido en algunos eventos del ciclo olímpico con el primer ecuatoriano en llegar a los Juegos Olímpicos de Invierno. “Vivía a 15 minutos de nuestra casa, fue un pilar fundamental porque nos mostró muchas rutas de bicicleta, cómo funcionaba el sistema, muchas veces mi hijo jugó con sus hijas. Klaus nos ayudó con masaje y no nos cobró absolutamente nada, nos prestó su carro cuando teníamos que hacer entrenamientos lejos; le prestó la bicicleta de montaña con asiento de bebe a Francisco para que nos siga en el entrenamiento, nos dio todos los tips. Fue fundamental su ayuda para poder estar allá y le quedo muy agradecida”, dijo Elizabeth.
TOKIO 2020
Para la triatleta azuaya fue una sorpresa recibir la noticia del aplazamiento de Tokio 2020, pues atraviesa su mejor momento y estaba a tres competencias de sellar su clasificación a los que serán sus terceros Juegos Olímpicos. “Sabemos que hemos mejorado mucho, al principio fue un shock esta noticia del aplazamiento de los Juegos porque nos encontrábamos en un buen estado físico y mental, con los resultados mucho más, pero ahora lo tomo como algo bueno, sé que mi natación tiene que mejorar mucho”.
De su parte Armando, aunque no tiene opción de clasificar, toma este tiempo para fortalecer sus debilidades: “He recuperado todo nivel nadando, estoy rodando muy fuerte, ya estoy trabajando con Francisco y me ha ido muy bien, hemos trabajado en conjunto analizando las falencias de la natación, el ciclismo y el atletismo, hemos llegado a la conclusión de que tengo una muy buena natación, corro muy bien y lo que me hace falta mejorar es el ciclismo, hemos trabajado en función de eso…”
El sistema de puntuación para el ranking olímpico se cerró con la Copa Mundo de Mooloolaba y está previsto que se aperture una nueva fase el próximo año. “Aunque las Federaciones pongan las carreras, no creo que exista una competencia en septiembre u octubre, por ejemplo, hay una carrera en Canadá, pero este país esta con muy pocos contagiados por COVID, yo no creo que el gobierno por aceptar una carrera se arriesgue a que se disperse el virus. La planificación hasta el momento es tomar fuerza en sus debilidades haciendo una buena base y viendo las carreras que existan en el próximo año, esperando competencias locales”, señaló Francisco.
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