En Otavalo
·
Juguetes, ropa, víveres y confites se recaudó en este encuentro
artístico que reflejó una gran
organización. La Prefectura, el Gobierno Municipal de Otavalo y las empresas
privadas aportaron para que esto sea posible.
IBARRA.- Los exteriores
del Centro Intercultural “Kintiwasi” de Otavalo se inundaron de la presencia de
al menos unas 1500 personas que llegaron, este 19 de diciembre, a disfrutar del
“Cabalfest Kintiwasi 2015”, un evento de rock duro, que reunió a bandas de gran
prestigio nacional: Cabal, Basca,
Curare, Warhead, Ibo K Payne, Disorder, Increibles Dada y Killer Ox.
“Taitarieles”,
colectivo cultural de jóvenes, organizó este encuentro artístico que hizo
vibrar de emoción al público, en un ambiente de sonidos armónicos y estridentes,
desatados en un escenario de primera, con los más altos estándares de calidad,
que ni en un instante registró algún altibajo.
Desde las 14
horas, cada uno de los 30 miembros del staff se repartió por todas las
instalaciones cumpliendo la misión de garantizar la logística y asistencia en
cada uno de los espacios. La Policía Nacional y Municipal, Cuerpo de Bomberos y
Cruz Roja fueron los encargados de la seguridad que no registró ninguna novedad
hasta las 22 horas que duró el concierto.
El “Cabalfest
Kintiwasi 2015” se constituyó en una de las primeras experiencias que se
desarrolló en Otavalo bajo las directrices de éste colectivo. Sin embargo, para
que se haga realidad fue fundamental el apoyo del Gobierno Municipal, la
Prefectura de Imbabura, el Ministerio de Cultura y Patrimonio y varias empresas
privadas. Cada una de estas instancias brindó su aporte, convencidos en la
importancia de fortalecer los espacios de arte y cultura.
DONACIONES
Pero este
encuentro no solo fue de música. Al contrario, abrió una puerta para que la
solidaridad sea expresada en toda su plenitud. Alexander Aguilar por ejemplo
llegó cargado de víveres para poder ingresar. Edison Cordero trajo ropa,
Verónica Cachimuel dos peluches, Débora Aragón llevó ropa y juguetes…Lo
recaudado servirá para despertar alegría en las comunidades más pobres de
Otavalo en esta Navidad.
Samira
Bastidas, una de las líderes de “Taitarieles” dijo sentirse contenta al ver
impulsado esta cita de gran
derroche artístico. Se mostró agradecida
de la apertura que encontró en las entidades públicas y empresas privadas que
supieron confiar en un proyecto debidamente estructurado que no dejó ningún
cabo suelto. “Ha sido difícil pero logramos materializar esta iniciativa. Es el
primer paso para pensar en una segunda edición”.
Su compañero,
Andrés Estrada, habló de la importancia de colaborar con la difusión de cada
una de las manifestaciones del arte. Para él, en Imbabura se viven tiempos de
cambio, porque ahora es posible sumar esfuerzos para desarrollar ideas y
ponerlas al servicio de la sociedad.
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