Transición ecológica para conservar el medioambiente
Cada 5 de junio, desde 1974, se
conmemora el Día Mundial del Medio Ambiente, el cual fue promovido por el
Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). En esta fecha se
hace hincapié en la concienciación de todas las personas para unirse a la protección
y conservación del ambiente; además es la oportunidad de ampliar los
conocimientos de las empresas y las comunidades para que adquieran una conducta
responsable a través de la práctica de acciones amigables con la naturaleza.
Políticas ecológicas en el
Ecuador
Como se establece en el artículo
71 de la Constitución de la República del Ecuador (2008), que dicta que la
naturaleza debe ser respetada y protegida, se ha establecido al Ministerio de
Ambiente, Agua y Transición Ecológica (MAATE), como la institución rectora de
esta área. Institución que ha iniciado un plan nacional para la gestión del
cambio climático a largo plazo, definiendo la hoja de ruta para reducir las emisiones
de Gases de Efecto Invernadero (GEI) en distintos sectores productivos del país
y que fomentará una transición justa, ecológica y sostenible del país con miras
hacía el futuro.
En este sentido, uno de los
principales sectores en dar un paso agigantado para disminuir su huella de
carbono, es el sector de la construcción. Es así, que algunas empresas ya han
implementado, dentro de sus actividades, varios ejes de acción climática que
contemplen una mayor eficiencia en el uso de los recursos naturales y energía,
como también operaciones industriales con un menor impacto en la naturaleza.
Por ejemplo, UNACEM
Ecuador, desde hace más de una década trabaja en programas y proyectos que ayudan
al cuidado y conservación del ambiente de la zona en la cual mantienes sus operaciones
industriales. Esto por ejemplo a través del coprocesamiento de residuos de
otras industrias, en sustitución de materias primas tradicionales, lo cual ha
permitido la reducción del consumo de recursos naturales no renovables y
minimizar los impactos negativos producidos en la naturaleza durante su
extracción. En los últimos años se ha reducido el consumo del óxido de hierro, mineral
requerido para la producción de clínker, en un 99% por la escoria de hierro, el
cual es un residuo proveniente de la industria siderúrgica. Y del consumo total
de yeso, el 10,5% se cubrió con yeso reciclado, proveniente de la industria
sanitaria. Además, se utiliza biomasas, residuo de la agroindustria y aceites
usados, en sustitución de combustibles de origen fósil.
La empresa
cementera ha liderado desde el 2018 la Mesa de Trabajo del ODS 9, espacio que
permitió promover la primera investigación exploratoria sobre Economía Circular
en el país. En 2020, colaboró en la edición de la primera fase del Libro Blanco
de Economía Circular, proyecto liderado por el Ministerio de Producción, Comercio
Exterior, Inversiones y Pesca. Además, junto a la Corporación Ecuatoriana para
la Responsabilidad Social y Sostenibilidad (CERES) y el Ministerios de
Ambiente, Agua y Transición Ecológica establecieron una alianza para la implementación
de la plataforma virtual Simbiosis Industrial EC, que recopila información
libre y voluntaria sobre los residuos no peligrosos que generan las industrias
para que sean aprovechadas por otras industrias como materias primas en sus
procesos industriales.
Huella de
Carbono
En los últimos
años, el Ministerio de Ambiente, Agua y Transición Ecológica ha emprendido el
camino hacia la descarbonización de los procesos industriales en el país, con
el objetivo de alcanzar carbono neutralidad. Al respecto, UNACEM Ecuador desde el
año 2010 ha calculado su huella de carbono a través de la herramienta GNR
(Getting the Number Right) de la GCCA (Global Cement & Concrete Asociation),
cuyos cálculos han sido revisados y evaluados por la empresa Price Waterhouse
Cooper (PwC), una entidad acreditada y capacitada a nivel internacional para realizar
esta verificación y con el objetivo de validar y certificar los inventarios de
gases de efecto invernadero elaborados por la empresa.
“En 2018 alcanzamos
una disminución del 38% con la sustitución de combustibles alternos; en 2019
también existió una baja, al igual que en 2020 y 2021. Sin embargo, la
proyección para 2022 es continuar con la disminución de nuestra huella de
carbono y al mismo tiempo descender la emisión de gases efecto invernadero y
por consiguiente mitigar el cambio climático”, añadió Patricio Díaz,
Gerente de Ecología Industrial de UNACEM Ecuador.
En el 2015, el
Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica confirió a UNACEM Ecuador la
licencia ambiental para el coprocesamiento de desechos peligrosos, convirtiéndose
en la primera cementera autorizada para dar disposición final ambientalmente
sustentable a desechos peligrosos. Actualmente, más del 20% de los combustibles
que usa UNACEM Ecuador para el proceso de elaboración de cemento es alterno,
compuesto por biomasas y desechos peligrosos.
“Nos hemos
enfocado en trabajar para alcanzar la carbono neutralidad dentro de todas
nuestras filiales hasta el 2050, por ello, invertimos en mejoras y adecuaciones
en las plantas industriales, así como también en tecnología de vanguardia para
el coprocesamiento”, añadió Díaz.
Con el fin de
promover prácticas de cuidado ambiental en la provincia de Imbabura, a finales
del 2021 UNACEM Ecuador y los Gobiernos Autónomos Descentralizados de Imbabura
firmaron un convenio para la implementación de un sistema de gestión para el aprovechamiento
e industrialización de los residuos sólidos urbanos, y convertirlos en combustible
alterno, que ayudará a prolongar la vida útil de los rellenos sanitarios de la
provincia de Imbabura.
Finalmente, para
el 2022, UNACEM Ecuador tiene proyecciones muy importantes a ejecutar en torno
a la reducción de sus emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI), como es el
caso del proyecto denominado Multifuel, el cual buscar incrementar la capacidad
de inyección de combustibles alternos en sus procesos industriales, aumentando
significativamente la sustitución de combustibles fósiles por alternos y, por
ende, la reducción directa de sus emisiones de GEI.