martes, 18 de abril de 2017

IBARRA VIVE LA RETRETA


El pasado domingo,  las campanas de “La Catedral” repicaban para anunciar el inicio de la tradicional misa dominical. Cuando concluyó, el parque “Pedro Moncayo” lucía diferente, en el centro estaba ubicada la Banda Municipal para retomar la recordada retreta, a través del desarrollo del proyecto “Ibarra vive la retreta”. Decenas de personas ocuparon las verdes bancas, ubicadas bajo la sombra de los añejos árboles que habitan en el parque central de Ibarra.
Empezó el show, la Banda Municipal dirigida por el maestro Édgar Hidrobo, abrió su amplio repertorio de melodías como: Sangre ecuatoriana, Colombia, Los ojos de mi cholita, Romance de mi destino, Moliendo café, Caballo viejo, Aunque me cueste la vida, Pobre longuita, Nuestra pobreza, Chimbacalle, El Pilahuin, El Aguajal, Reina y Señora, Linda ibarreñita; mientras tanto, los asistentes evocaban recuerdos y revivían épocas de su juventud, de cuando los vecinos se conocían y se encontraban en el parque después de misa para conversar, conocer a otras personas, en fin, las cosas que una ciudad pequeña y amable les permitía, sin miedo ni recelo.
LA RETRETA, FUENTE DE INSPIRACIÓN
Don Jorge Rueda de 72 años, se trasladó a su época de juventud, cuando el complemento de la retreta era un reconocido personaje Ramiro Amaya. “Él bailaba al ritmo de la banda, comenta don Jorge. Paso dobles, sanjuanitos, pasacalles, música nacional eran los ritmos que nos permitían disfrutar de un ambiente agradable, en el que hasta nos enamoramos”, comentó.
Doña Fanny Aguirre, también relata sus vivencias. “Ibarra era una ciudad pequeña en la que todos nos conocíamos, había el ceibo en el parque, ahí empezaron las jorgas de los tradicionales inocentes. Que alegría saber que la alcaldía quiere revivir las tradiciones que le caracterizaban a Ibarra y así recuperan los espacios públicos que quedaron olvidados por el cambio de actividades que exige la modernidad”, dice doña Fanny.
Hugo Acosta por su parte, felicitó a la administración municipal por retomar algo tradicional como la retreta dominical. Era un rito especial, compartíamos momentos alegres entre familiares y amigos, salir de la matiné del teatro Gran Colombia era espectacular porque nos quedábamos en el parque en la retreta. Son actividades que pueden ser recuperadas y que
gracias a la municipalidad a través de la dirección de Cultura se puede rescatar como un patrimonio histórico de la ciudad.
Mientras las historias y los recuerdos fluyen, en el parque el viento hace de las suyas y exige que las hojas de los árboles formen una alfombra verde - amarilla sobre los adoquines de colores. Las palomas vuelan uniformemente desde las copas de los árboles hacia el techo de “La Catedral”, y es entonces cuando don Jacinto Posso cuenta que se inició a sus 17 años, como fotógrafo de manga y que permanece en el tiempo con una tradición que también se resiste a desaparecer, nos narra su testimonio. “La retreta alegra el parque con su música, antes no había el monumento de Pedro Moncayo y los músicos solo interpretaban instrumentos de viento”, dice este artista de imagen que se ha convertido en un fiel testigo de miles de historias que contar.
EN LAS PARROQUIAS
Ibarra empieza a dinamizar sus encuentros culturales, la retreta se trasladó por primera vez a las parroquias, Caranqui fue la número uno en la lista.
Fausto Ayala, visitante del sector, al igual que centenares de personas, llegó con su familia a disfrutar de los helados de crema y pan de leche y destacó la presencia de la Banda Municipal. “Es una iniciativa muy acertada”, dijo, al tiempo de aplaudir las interpretaciones musicales que alegraron el parque central de este populoso lugar, durante sesenta cortos minutos.

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